Este estilo americano temprano combina características del diseño tradicional y rústico del hogar, al tiempo que incorpora elementos de inspiración histórica. La estética se basa en estilos y tendencias de los años 1600 a 1800, y a menudo contiene colores apagados y acabados vintage como el bronce al aceite. Las telas y el papel pintado presentan un diseño toile, muy popular en la época colonial. Los muebles están hechos a mano y se inspiran en la primera frontera americana. Cada mesa y silla pasa por un proceso de fabricación a medida en el que se imprimen intrincadas tallas y elementos de diseño como florituras. Las maderas que se suelen utilizar para construir los muebles son el arce, el olmo, el nogal americano y el cerezo. Los pomos y tiradores de latón se añaden a los armarios, cajones y roperos para darles un toque de sofisticación. Los faroles, las lámparas de araña y los apliques de pared de latón y cobre, hechos a mano, dan un aire del viejo mundo a los interiores coloniales americanos.